Comprender los tipos de lipedema nos ayuda a desarrollar un plan de tratamiento personalizado que aborde sus necesidades específicas y mejore su calidad de vida.
La grasa se acumula entre el ombligo y las caderas.
Este tipo afecta la zona abdominal, lo que dificulta encontrar ropa cómoda y mantener un estilo de vida activo.
La grasa se acumula entre la pelvis y las rodillas.
Este tipo a menudo se confunde con el aumento de peso general, pero la distribución desproporcionada de la grasa es un indicador claro de lipedema.
La grasa se acumula entre la pelvis y los tobillos.
Este tipo puede causar molestias y dolor significativos, lo que dificulta caminar y realizar otras actividades físicas.
La grasa se acumula entre los hombros y las muñecas.
Este tipo afecta a la parte superior del cuerpo, lo que dificulta encontrar ropa que le quede bien y realizar las actividades cotidianas con comodidad.
La grasa se acumula entre las rodillas y los tobillos.
Este tipo es particularmente difícil, ya que afecta la movilidad y aumenta el riesgo de problemas en las articulaciones debido al peso adicional en la parte inferior de las piernas.
A medida que avanza en su viaje con el lipedema, es importante reconocer sus diferentes etapas y tipos. Los estadios del lipedema varían de leves a graves, y afectan la forma en que el cuerpo se siente y funciona.
En esta etapa inicial, tu piel luce tersa, pero notas un aumento en los depósitos de grasa en áreas específicas. La acumulación de grasa es leve y es posible que sientas algo de pesadez e incomodidad. La intervención temprana puede ayudar a controlar los síntomas de manera eficaz.
A medida que el lipedema avanza, la piel desarrolla hendiduras y una textura más irregular. Los depósitos de grasa se hacen más visibles y es posible que sientas dolor e hinchazón moderados. Las prendas de compresión y el drenaje linfático manual pueden brindar alivio y apoyo.
En esta etapa avanzada, la piel se vuelve áspera, endurecida y más sensible. Los depósitos de grasa son intensos y es posible que la movilidad le resulte cada vez más difícil. Se pueden recomendar opciones quirúrgicas, como la liposucción asistida por agua, para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Esta etapa se caracteriza por el desarrollo de linfedema, donde el líquido linfático se acumula además de los depósitos de grasa. Esta combinación provoca una hinchazón significativa, dolor y movilidad limitada. Es esencial contar con un plan de tratamiento integral que incluya intervenciones quirúrgicas y no quirúrgicas.