Nunca olvidaré a Savannah, una joven brillante de 15 años que visitó nuestra clínica con su madre el año pasado. «Dra. Becherano», dijo su madre con lágrimas en los ojos, «ojalá alguien me hubiera dicho qué buscar cuando Savannah comenzó a notar cambios en sus piernas durante la pubertad». Su historia se hace eco de lo que muchos padres me han dicho: que la conciencia temprana podría haber marcado la diferencia.
La adolescencia trae consigo innumerables cambios en el cuerpo de nuestros hijos, pero a veces estos cambios indican algo más que un desarrollo típico. Como médico especializado en el lipedema e investigador que estudia sus patrones genéticos, he visto cómo reconocer los primeros signos durante la adolescencia puede transformar el camino de una persona joven con esta afección.
Entender lo que hay que tener en cuenta
Piense en el cuerpo de su adolescente como una historia única que se desarrolla. Si bien se esperan algunos cambios durante la pubertad, ciertos patrones pueden indicar la presencia de un lipedema. Estudios recientes muestran que alrededor del 10% de las mujeres desarrollan un lipedema, y muchas muestran signos por primera vez durante la adolescencia [1].
La historia de las dos mitades
Imagínese esto: mientras que la parte superior del cuerpo permanece relativamente proporcional, las piernas desarrollan un patrón distintivo. Los padres suelen observar que las piernas de sus hijas se vuelven más pesadas o tienen forma de columna, mientras que los pies mantienen su tamaño normal, lo que crea lo que denominamos un efecto de «manguito» en los tobillos. Es como llevar pantalones deportivos con una banda elástica en la parte inferior, excepto que esto ocurre de forma natural en la forma del cuerpo [2].
Señales de advertencia clave
Cuando los padres me preguntan qué buscar, lo describo así: imagina tocar arena que poco a poco se parece más a guijarros. La textura de las áreas afectadas cambia con el tiempo, y esto ocurre simétricamente: ambas piernas desarrollan los mismos patrones.
Busque:
- Cambios uniformes y simétricos en ambas piernas
- Una clara diferencia entre las proporciones de la parte superior e inferior del cuerpo
- Sensibilidad o dolor cuando se tocan las áreas
- Fácil formación de moretones
- Piel fría en las zonas afectadas
- Resistencia a los esfuerzos típicos para perder peso [1] [3]
«La comprensión temprana de estas señales puede cambiarlo todo. No se trata del peso, la dieta o el ejercicio, sino de reconocer una afección médica que requiere la atención adecuada».
Más allá de la apariencia
La madre de Savannah notó algo más que la preocupaba: las piernas de su hija estaban sensibles al tacto y tenía moretones con facilidad debido a pequeños golpes. Estas no son experiencias típicas de los adolescentes, y son pistas importantes que nos ayudaron a llegar a un diagnóstico preciso [3].
La conexión hormonal
La adolescencia es un torbellino de cambios hormonales, y esto no es una coincidencia cuando se trata del lipedema. Muchos de mis pacientes jóvenes notan los cambios por primera vez:
- Durante la pubertad
- Después de iniciar el control de la natalidad
- Durante tiempos de cambios hormonales significativos
Estas conexiones hormonales explican por qué el lipedema aparece casi exclusivamente en mujeres y, a menudo, se estrena durante la adolescencia [4].
El impacto emocional en los adolescentes
Seamos honestos: ser adolescente ya es lo suficientemente desafiante sin añadir problemas de imagen corporal a la mezcla. Muchos de mis pacientes jóvenes inicialmente tienen problemas con:
- Sentirse diferente de sus compañeros
- Frustración con el ajuste de la ropa
- Ansiedad por las actividades físicas
- Preguntas sobre su futuro
Esta es la razón por la que la detección temprana no solo tiene que ver con la salud física, sino también con apoyar el bienestar emocional de nuestros adolescentes. Las investigaciones más recientes hacen hincapié en lo crucial que puede ser el apoyo temprano para prevenir el impacto psicológico a largo plazo [3].
Cuándo buscar ayuda
Si notas estos patrones en tu hijo adolescente, no esperes para obtener respuestas. Toma nuestro cuestionario de evaluación rápida - es el primer paso para entender lo que su hijo adolescente podría estar experimentando.
Este es el momento en el que definitivamente debes buscar una evaluación profesional:
- Aparecen múltiples síntomas físicos
- Su hijo adolescente expresa un malestar continuo
- Las actividades regulares se vuelven desafiantes
- Hay una angustia emocional notable
- Los cambios persisten a pesar de los hábitos de vida saludables
Para obtener más información sobre cómo obtener un diagnóstico adecuado, lea nuestro artículo sobre por qué el lipedema a menudo se diagnostica erróneamente.
Estrategias de gestión temprana
Si se identifica un lipedema, hay muchas cosas que podemos hacer para ayudar a su hijo adolescente:
Enfoques conservadores
- Prendas de compresión suaves apropiadas para cuerpos en crecimiento
- Programas de ejercicio modificados, especialmente actividades acuáticas
- Rutinas adecuadas para el cuidado de la piel
- Guía nutricional que se centra en la salud en general, no en la pérdida de peso
Obtenga más información sobre las opciones de tratamiento en nuestra guía completa para el tratamiento del lipedema.
Sistemas de soporte
- Educación y participación de la familia
- Planes de alojamiento escolar si es necesario
- Conexión con grupos de apoyo
- Control médico regular
Apoyo al estilo de vida
- Natación y otras actividades de bajo impacto
- Opciones de ropa cómoda
- Técnicas de manejo del estrés
- Creación de una red de pares de apoyo
Mirando hacia el futuro
La historia de Savannah tiene un capítulo brillante por delante: con la detección temprana y el apoyo adecuado, está controlando su lipedema mientras persigue su sueño de convertirse en bióloga marina. Incluso se unió a un equipo de natación y descubrió que las actividades acuáticas ayudan tanto a sus síntomas físicos como a su confianza.
Recuerde que reconocer el lipedema a tiempo no solo cambia el presente, sino que también da forma a un futuro en el que su hijo adolescente pueda prosperar con el apoyo y la atención adecuados. Toma nuestro autoevaluación rápida o ponte en contacto con nuestro equipo. Juntos, podemos apoyar a su hijo adolescente en este viaje con comprensión, experiencia y esperanza.
Referencias
- Kruppa, P. y col. (2024). «Lipedema: patogénesis, diagnóstico y opciones de tratamiento». Deutsches Arzteblatt International, 117 (22—23), 396-403.
- Piazza, G. y otros (2024). «Enfermedad invisible: comprensión y tratamiento del lipedema». Medicina vascular, 29 (1), 170-184.
- Sociedad Internacional de Linfología. (2024). «Guía holandesa sobre el lipoedema de 2024». Directrices que enfatizan las estrategias de detección e intervención tempranas.
- Al-Wardat, M. y otros (2024). «Las dificultades en la regulación emocional entre las mujeres con lipedema». Revista Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública, 19 (20), 13679.
- Czerwińska, M. y otros (2024). «La utilidad de la aplicación de la terapia de compresión en pacientes con lipedema: estudio piloto». Revista internacional de investigación ambiental y salud pública, 20 (2), 914.