Soy el Dr. Santiago, y hoy nos sumergimos en un misterio médico más raro que una bola de nieve en el Sahara: el lipedema en los hombres. ¡Prepárense el cinturón de seguridad, porque este será un viaje salvaje por un mundo de distribución desproporcionada de grasa!
El factor de rareza: detectar una aguja en un pajar
Dejemos una cosa clara: el lipedema en los hombres es casi tan común como encontrar un trébol de cuatro hojas en un desierto. Si bien el lipedema afecta a entre un 11 y un 19% de las mujeres, los casos en hombres son tan raros que hacen que los avistamientos de unicornios parezcan frecuentes [1] [2] [3].
Pero aquí está el truco: el hecho de que algo sea raro no significa que no exista. Recuerden, amigos, ¡incluso un reloj roto marca la hora dos veces al día!
¿Qué se está cocinando? La receta para el lipedema masculino
Ahora, tal vez se pregunte: «Dr. Santiago, ¿qué diablos causa el lipedema en los hombres?» Bueno, es como hacer el guiso perfecto: se necesita una combinación de ingredientes muy específica:
1. Caos hormonales
La mayoría de los hombres tienen menos estrógeno que el agua de un cactus. Pero cuando las hormonas de un hombre comienzan a bailar el tango:
- Nivel bajo de testosterona (menos macho que un chihuahua con tutú)
- Estrógenos altos (más que una telenovela tiene drama)
- Afecciones como el hipogonadismo o la enfermedad hepática que alteran las hormonas [2] [3]
2. Lotería genética
Algunas personas se han llevado el premio gordo de la genética, pero no en el buen sentido. Estamos hablando de:
- Mutaciones que afectan al tejido conectivo (es como tener un sofá con muelles rotos)
- Síndrome de Williams (una deleción en el cromosoma 7 que es tan bienvenida como una mofeta en una fiesta en el jardín) [6]
3. Conspiradores de salud
A veces, otras condiciones arruinan la fiesta:
- Abuso de alcohol (más peligroso que un toro en una cristalería)
- Diabetes tipo 1 (más dulce que los caramelos, pero no en el buen sentido)
- Cirrosis hepática (convierte el hígado en algo parecido a las sobras de hace una semana) [3]
Diagnosticar el lipedema masculino: como encontrar a Waldo entre una multitud de payasos
Detectar el lipedema en los hombres es más complicado que enseñarle a nadar a un gato. ¿Por qué? Déjame contar las formas:
- Es más raro que un momento tranquilo en un concierto de rock
- Los síntomas se disfrazan de obesidad o linfedema
- No existe una guía sobre «Lipedema masculino para tontos»
- La investigación sobre hombres con lipedema es más escasa que los dientes de gallina
Cómo los hombres y las mujeres tocan diferentes melodías de lipedema
El lipedema en los hombres es como bailar: sigue los mismos pasos básicos que en las mujeres, pero con su propio estilo único:
- La distribución de la grasa podría marchar a un ritmo diferente
- No espera a que los hitos hormonales hagan su gran entrada
- Puede progresar más despacio que un perezoso de vacaciones
- ¿Niveles de dolor? Eso sigue siendo un misterio envuelto en un enigma, amigos
Avistamientos de unicornios en la vida real: casos reportados
La literatura médica sobre el lipedema masculino es más delgada que la cintura de una supermodelo, pero esto es lo que tenemos:
- La mayoría de los casos vienen acompañados de un lado de caos hormonal.
- Algunos hombres desarrollan senos más grandes que sus egos (ginecomastia)
- Muchos son diagnosticados erróneamente al principio, lo que lleva a una misión médica inútil [2] [3]
Identidad equivocada: los sospechosos habituales
Los hombres con lipedema suelen recibir un diagnóstico erróneo más veces de las que un personaje de telenovela se casa:
- Obesidad (pero la dieta y el ejercicio hacen menos que una tetera de chocolate)
- Linfedema (hinchazón sin el dolor característico del lipedema)
- Insuficiencia venosa (aspecto similar, culpable diferente)
- Edema general (el diagnóstico general cuando los médicos están perplejos)
Tratamiento: Bailar con una melodía similar
Tratar el lipedema masculino es como hacer un buen guiso: requiere una combinación de ingredientes:
- Medidas conservadoras (la carne y las patatas del tratamiento):
- Terapia de compresión (apretar esas extremidades con más fuerza que los abrazos de la abuela)
- Drenaje linfático manual (como un día de spa para el sistema linfático)
- Ejercicio (preferiblemente en el agua, a menos que seas un gato)
- Dieta saludable (¡adiós a la comida chatarra!)
- Intervenciones quirúrgicas (la salsa secreta que le da un toque especial):
- Liposucción especializada (succionar grasa como un mosquito en un banco de sangre)
- Quizá una cirugía bariátrica si la obesidad arruina la fiesta
- Control hormonal (la especia que lo une todo):
- Equilibrar esas hormonas como un equilibrista en el circo
Para obtener más detalles interesantes sobre las opciones de tratamiento, consulte nuestra página de opciones de tratamiento. ¡Es más informativo que una sesión de chismes con tus vecinos!
Síndrome de Williams: el parecido al lipedema
He aquí un giro de la trama: el síndrome de Williams, una afección genética, puede hacer que los hombres parezcan tener un lipedema. Es como la versión natural de una fiesta de disfraces [6]. ¡Esta conexión es más intrigante que el final de temporada de tu serie de televisión favorita!
¡Necesitamos más especias en este guiso de investigación!
Amigos, nuestra comprensión del lipedema masculino tiene más agujeros que una libra de queso suizo. Necesitamos:
- Para averiguar qué tan común es realmente este unicornio
- Una guía sobre «Cómo detectar el lipedema masculino para tontos»
- Para rastrear estos casos como un detective en busca de una pista
- Para ver si nuestros tratamientos funcionan o si solo estamos dando vueltas en círculo
- Para sumergirse en la sopa hormonal y genética de esta afección
¡Llamando a todos los detectives médicos!
Para detectar estos unicornios del lipedema, nuestros amigos médicos deben:
- Mantén sus ojos bien abiertos como si estuvieran buscando la última porción de pizza de una fiesta
- Considere el lipedema cuando vean una grasa corporal inexplicable en la parte inferior del cuerpo (¡no siempre se trata de demasiadas rosquillas!)
- Revisa esas hormonas como si estuvieran comprobando los números de la lotería
- Forma equipo con especialistas más rápido que un gato persiguiendo un puntero láser
- Mantente tan actualizado como las redes sociales de un adolescente
La gran final: ¡La conciencia es clave!
¡Escuchen, amigos! El lipedema masculino puede ser más raro que el de un adolescente tranquilo, pero eso no significa que podamos ignorarlo. ¡Reconocerlo y tratarlo puede cambiar vidas más rápido que ganar la lotería!
Si eres un hombre que piensa: «¡Dios mío, esto me suena a mí!» o un médico con un paciente que se ajusta a sus necesidades, ¡no te quedes ahí sentado como un golpe en un tronco! Responda nuestro cuestionario rápido o reservar una cita más rápido de lo que puedes decir «¡Santo cielo!»
Recuerda que en Lipedema Team tratamos a todos como a una familia, y la familia no deja que la familia sufra en silencio. ¡Abordemos esta afección juntos, con más determinación que la de un niño pequeño que se niega a dormir!
¡Vamos a mostrarle al lipedema quién es el jefe!
Referencias
- Buso, G., Depairon, M., Tomson, D., Raffoul, W., Vettor, R. y Mazzolai, L. (2019). Lipedema: ¡un llamado a la acción! Obesidad, 27 (10), 1567-1576. https://doi.org/10.1002/oby.22597
- Bertlich, M., Jakob, M., Bertlich, I., Schift, R. y Bertlich, R. (2021). Lipedema en un paciente masculino: informe de un caso raro: manejo y revisión de la literatura. GMS Interdisciplinary Plastic and Reconstructive Surgery DGPW, 10, Doc11. https://doi.org/10.3205/iprs000161
- Chen, S.G., Hsu, S.D., Chen, T. M. y Wang, H.J. (2004). Síndrome de grasa dolorosa en un paciente masculino. Revista británica de cirugía plástica, 57 (3), 282-286. https://doi.org/10.1016/j.bjps.2003.12.020
- Herbst, K. L., Kahn, L. A., Iker, E., Ehrlich, C., Wright, T., McHutchison, L.,... y Larson, E. (2021). Tratamiento estándar para el lipedema en los Estados Unidos. Flebología, 36 (10), 779-796. https://doi.org/10.1177/02683555211015887
- Katzer, K., Hill, J.L., McIver, K.B., y Foster, M.T. (2021). El lipedema y el posible papel del estrógeno en la acumulación excesiva de tejido adiposo. Revista Internacional de Ciencias Moleculares, 22 (21), 11720. https://doi.org/10.3390/ijms222111720
- Waxler, J.L., Guardino, C., Feinn, R.S., Lee, H., Pober, B.R., y Stanley, T. L. (2017). Alteración de la composición corporal, lipedema y disminución de la densidad ósea en personas con síndrome de Williams: un informe preliminar. Revista europea de genética médica, 60 (5), 250-256. https://doi.org/10.1016/j.ejmg.2017.02.007
- Shavit, E., Wollina, U. y Alavi, A. (2018). El lipoedema no es linfedema: una revisión de la literatura actual. Revista internacional de heridas, 15 (6), 921-928. https://doi.org/10.1111/iwj.12949
- van la Parra, R.F.D., Deconinck, C. y Krug, B. (2024). Diagnóstico por imágenes en el lipedema: una revisión sistemática. Obesity Reviews, 25 (1), e13648. https://doi.org/10.1111/obr.13648